La planta de la marihuana se utilizó por miles de años en distintas culturas para diferentes fines, entre ellos, la medicina.
Sus orígenes fueron en la zona cálida de China, hace 12 mil años. El Emperador chino Shannong, en el año 2737 a.C, usó la planta para fines medicinales, según registros para tratamientos del reuma (dolores de músculos y articulaciones), gripe y malaria.
En 1753, Carl Linnaeus un botánico sueco creador del sistema moderno para la clasificación de los organismos, le dio el
nombre de Cannabis Sativa, estas plantas eran altas y tenían hojas delgadas. Linnaeus descubrió que había plantas que solo producían semillas y otras polen, quiere decir que algunas eran hembras
y otras macho.
Las plantas hembras producen más resina y aceite, las hojas y los tallos contienen psicoactivos como el THC (Tetrahidrocannabidol) y el segundo el CBD
(Cannabidiol) que reduce la ansiedad.
Los seres humanos, los mamíferos, pájaros, anfibios y peces poseen un sistema endocannabinoide (ECS) en donde nuestro cuerpo regula funciones esenciales tales como la presión sanguínea, la temperatura corporal, la frecuencia respiratoria y los niveles de glucosa. Afecta a casi todos los procesos fisiológicos, como la sensación de dolor, el apetito, el estrés, la función inmune o el sueño.
El ECS es un sistema de neurotransmisión que se encuentra en zonas y tejidos diferentes. Consiste en una serie de receptores cannabinoides y endocannabinoides, que interactúan. Estos receptores de cannabinoides se encuentran en el cerebro, órganos, tejidos, glándulas y células inmunes. En cada región, el ECS realiza diferentes tareas, pero el resultado es siempre el mismo: estar estable internamente.
El ECS se descubrió en la década de los ‘90, mientras los investigadores estudiaban los efectos del cannabis y los cannabinoides en el cuerpo, específicamente el tetrahidrocannabinol (THC). Se descubrieron dos receptores principales de cannabinoides, los receptores CB1 y CB2. Estos receptores están relacionados tanto con los endocannabinoides que nuestro cuerpo produce de forma natural como con los fitocannabinoides como el THC y el Cannabidiol (CBD). Un científico descubrió que nuestros cuerpos no solo tienen receptores para los cannabinoides, sino que nuestros cuerpos en realidad los producen internamente.
- - Los receptores CB1: Se concentran principalmente en el cerebro (en las regiones responsables de los procesos mentales y fisiológicos: memoria, cognición, coordinación motora, movimiento, apetito, percepción del dolor y emociones). El THC está especialmente vinculado con el receptor CB1 y funciona moderando el dolor.
- - Los receptores CB2: Se concentran en el sistema inmune y el sistema nervioso, pero también en el intestino, el bazo, el hígado, el corazón, los riñones, los huesos, los vasos sanguíneos, las células linfáticas, las glándulas endocrinas y los órganos reproductores. El CBD está especialmente vinculado con el CB2 y funciona como un agente antiinflamatorio.
¿Por qué el cannabis es bueno?
Los principales componentes de la plata de cannabis son los cannabinoides. Hay más de 85 cannabinoides conocidos en la planta son
similares en estructura, pero tienen efectos diferentes.
Los tres principales cannabinoides son:
- - THC (tetrahidrocannabidol): es el principal cannabinoide psicoactivo
- - CBD (cannabidiol): es el principal cannabinoide no psicoactivo
- - CDN (cannabidol): es la molécula de degradación del THC por lo que conserva parte de su psicoactividad, pero se usa principalmente como sedante.
El THC es el responsable de los efectos psicoativos de la marihuana. Afecta la memoria, el placer, los movimientos, el pensamiento, la concentración, la coordinación y la percepción sensorial y temporal de una persona, pero también tienen sus efectos medicinales en los que afecta al Trastorno de Estrés Post Traumático (TEPT), dolor neuropático y crónico, insomnio, náuseas, inflamación, artritis, migrañas, cáncer, enfermedad de Crohn, fibromialgia, enfermedad de Alzheimer, esclerosis múltiple, glaucoma, Trastorno por Déficit de Atención (TDAH), apnea del sueño, o pérdida de apetito.
A largo plazo puede haber efectos tras su consumo como: cambios anatómicos en el cerebro, disminución en la función cognitiva verbal y reducción de la tolerancia corporal de THC.
El CBD es un cannabinoide sin efecto psicoactivo, es el segundo compuesto más abundante en el cáñamo. El CBD se encuentra generalmente en concentraciones más altas en el cáñamo que en la marihuana. El CBD ha sido consumido por el ser humano durante miles de años como un componente de los extractos y formulaciones del cáñamo y del cannabis.
El CBD es:
- Antioxidante
- reduce el dolor
- reduce la inflamación
Hay infinidad de estudios sobre el THC, en comparación con el CBD. El THC activa los receptores endocannabinoides del cuerpo (receptores CB). Los mecanismos del CBD aún se están elucidando
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